Los investigadores italianos creen que han encontrado los restos de una "vampiresa" en Venecia, enterrada con un ladrillo metido entre sus mandíbulas para evitar que se alimentara de las víctimas de una plaga que hubo en la ciudad en el siglo XVI.
El esqueleto fue exhumado de una fosa común de la plaga de 1576 en Venecia.Los enterradores que reabrían las fosas comunes se encontraban a veces cuerpos hinchados con gas, con el pelo creciéndoles todavía y la sangre saliendo por la boca, lo que llevó a pensar que todavía estaban vivos.
Los paños utilizados para cubrir las caras de los muertos normalmente estaban podridos por las bacterias de la boca, dejando ver los dientes del cadáver, por lo que los vampiros fueron se ganaron el nombre de "come-paños".
Según textos medievales médicos y religiosos, se creía que los muertos vivientes extendían la pestilencia para chupar la vida que quedaba en los cuerpos hasta que conseguían la fuerza para volver a las calles.
Revisiones narrativas
Hace 4 horas
0 comentarios:
Publicar un comentario