Pido disculpas por haber tardado tanto en introducir contenidos en el blog pero las truchas del rio Cuervo no me han dado tiempo para nada más.
Ayer me invitaron a dar una sesión en CPH y he de decir que ha sido un placer. (Podéis consultar la sesión en este blog en "sesión continua.HTA" del 18 de mayo).
Recuerdo que cuando fui residente en este hospital me daba un poco de envidia de los residentes de otras especialidades. Tenían un servicio al que estaban adscritos, incluso algunos hacían guardias en sus plantas y por supuesto hacían sesiones clínicas.
Es importante que estas sesiones de familia continúen, para lo cual yo me ofrezco y estaré encantado de asistir, si me invitáis de nuevo.
Salió a colación una posible sesión sobre la invención de enfermedades (mongering disease tan de moda en estos tiempos) y que perpetraré en cuanto me digáis. A propósito de esto, y a través de una lista de correo de farmacéuticos, a llegado a mis manos una ponencia de un congreso de marketing celebrado en Barcelona que ilustra como "nos venden la moto" la industria farmacéutica.
Los médicos de familia tenemos que aumentar nuestra autoestima, por que lo que hacemos es mucho más difícil que la tarea de otras especialidades. La gestión de la incertidumbre y el dominio de las palabras tanto para el diagnóstico como para el tratamiento son características de nuestra especialidad, muy difíciles de aprender y a veces de transmitir (la primera idea no es mía sino de Barbara Starfield y añadía que nos deberían pagar el doble que al cardiólogo, por poner un ejemplo de alguien bien pagado en los EEUU. Ver entrevista AQUI).
Crisis vocacional en medicina
Hace 10 horas
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